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El dolor de pensar. (Historia de notas al pie).  - Sergio Elias Ortiz

“Qué berraco1 es llegar a la casa ahora, hace buenos años, años de paz, podía salir del santo rosario en la iglesia Matriz2, caminar un rato por el río Blanco y pasar por la casa del Don de la Villota, que quedaba al pie del marco de la plaza, como yéndose para mi montaña. Ese señor harto bien había hecho por estas buenas gentes y por los guagüitas3 volantones de estas tierras. El Don de la Villota le había dado vivienda al pintor Agustín, que se educó bien, pero que ahora por ser realista, está escondido en mi choza con el Estanislao y mi sobrino Joaquín4; ¡vida triste! todo por culpa del “Zambo”5 que además de ademanoso6 parece sordo y nos grita con fuego que seamos lo que nos somos o que nos larguemos del bien amado San Juan7, pero bien chistoso le salió el chiste porque ahora nos tiene en la montaña resistiendo y allá sí que somos duros, pucha... qué se le va a hacer...”

  • -  ¡Ñora Joaquina! ¿Cómo le fue por Pasto?

  • -  Bien vecino, bien, pero el cura parece loco queriendo santificar al Bolívar

    ese, el mismito que nos mató a las mujeres y a los guaguas... yo por eso me devolví pa ́la casa, que acá sí que esta nuestro señor, no en la jeta8 de ese cura que por acá le da miedo acercarse.

  • -  ¡Ay doñita! yo ya no le creo ni a Dios, ni al Diablo, fíjese que el español García9 le entregó la ciudad al Zambo y luego el señor Obispo Jiménez10 le

empezó a lavar el alma de toda la sangre pastusa, que uno dice que peca, pero al menos un acto de contrición hay que hacer, la penitencia del Bolívar ese debería ser largarse a esos pueblos donde le comen cuento.

  • -  Así ha de ser, toca es rezarle a la Michita11, porque ella sí que no nos deja botados.

  • -  Esa sí que sigue con nosotros Ñora Joaquina. Bueno, la dejo porque tengo que ir a recoger los palos pa ́ espantar el frío. Que tenga bonito día.

  • -  Que le vaya bonito, vecino.

    “Ya me han pasado 80 años por la piel, desde que esta tierra me dio vida, y es la primera vez que me da miedo ir a misa, nunca me había tocado oír la palabra en boca de un traidor, mientras me puyan con los cuchillos de esa mala independencia. ¿Será que estos berracos se fueron del todo?”

- ¡Joaquín, Joaquín!

“Dónde se habrán metido estos guaguas... en estos tiempos y con el asesino de Flores12 gobernando, no se puede andar como si nada, aquí en el alto las montañas lo cubren a uno, pero mínimo se fueron pa ́la Laguna a buscar pueblo. Con las mujeres que hablé yo, ya se tienen buenas manos pa ́ enfrentarse al “santo” del Zambo. Si logramos hacer que Flores y su jauría salgan de la ciudad va a ser fácil darles en la jeta. Lo malo es que la gente va a tener miedo de que el Zambo se vengue otra vez con los más enteleridos13.

Cómo es de difícil vivir ahora, nos quitaron la tierra, nos quitaron la fe, nos quitaron la libertad y así quieren que no peleemos. ¿Por qué nadie nos escucha a

los pastusos? ¿Por qué es a punta de sangre que nos quieren meter las ideas? ¿Qué hace que un pintor, se convierta en guerrero y una tierra se convierta en cementerio?”

  • -  Ñora Joaquina ya llegamos, el Agustín trae la leña y conseguimos choclitos 14...

  • -  Qué bueno que llegaron, no saben lo que es chillar y que las lágrimas se vayan de para adentro...

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1 Difícil, complicado, por otra parte se utiliza como adjetivo de valiente o diferente
2 La iglesia Matriz es la actual iglesia a de San Juan.
3 Persona que está entrando a la adolescencia
4 Agustín Agualongo, Estanislao Merchancano y Joaquín Enríquez; comandantes pastusos que se enfrentaron a las tropas patriotas desde el año 1809, hasta bien entrado el año de 1824.

5 Zambo era el nombre con el cual los pastusos llamaban a Simón Bolívar. 6 Delicado, melindroso
7 San Juan de Pasto
8 Dar una lección al enemigo.

9 Basilio García, comandante español que venció en Bombona a las tropas de Bolívar, pero capituló ante este al saber que Antonio José de Sucre avanzaba con tropas desde Quito.

10 Salvador Jiménez de Enciso, obispo de Popayán en las primeras décadas del siglo XIX, que pidió a los pastusos la guerra sin cuartel en contra de los patriotas, para luego llenar de elogios a estas tropas y sus comandantes.
11 La Michita es como se le llama a la Virgen de las Mercedes, patrona de la ciudad de San Juan de Pasto. 12 Juan José Flores, comandante patriota que gobernó con violencia a la provincia de Pasto con intervalos desde 1822 a 1826.

13 Flacos, débiles, enclenque.

14 Se le dice choclo a la mazorca tierna.

Fotografía Nicolas Tupaz

Sin Miedo - Sergio Elias Ortiz

Cuando me pongo a pensar en el relato de vida de dos personas que conozco de cerca, cercanos al corazón (quiero decir), me doy cuenta que nacieron de padres iguales, pero de mundos diferentes y ellos, representantes de la lucha por la dignidad, no decidieron sus puntos de encuentro, decidieron caminar cada cual su camino y vinieron a encontrarse tiempo de vida después.

 

Como decía Galeano, ambos entendieron que no vale la pena vivir para ganar, ello saben que vale la pena vivir para hacer lo que la consciencia dicte y por eso uno de ellos decidió luchar poniendo su vida en juego o en lucha y el otro decidió enfundarse dentro de la imaginación y mostrar los mundos ocultos, no se si sea la primera o alguna de las coincidencias que los unen, pero presiento que ambos luchaban y ambos daban la vida por esa lucha, esa lucha que no ha terminado, porque es la esencia que los mueve, es la locura que los mantiene.

 

Ahora caminan más cercanos, tan cercanos que sus hijos nacieron hace apenas un año, con la diferencia de 27 días escasos. Caminan en la misma tierra, decidieron volver después de intentarlo fuera de la tierra del volcán, decidieron arraigarse o sembrarse en tierra propia y encontrarse, porque sólo se encontraron después de la vida, pero ya se conocían, no solamente por ser hijos de los mismos padres, sino por el hecho de ser hijos de la misma lucha.

 

La tierra del sur parece la base de lanzamiento de la renuncia al sistema, no pertenecer, no desear, olvidar y en realidad vivir, porque ellos dos, secreatamente de acuerdo, decidieron escapar de la necesidad civilizatoria de cumplir el horario laboral, entregar la fuerza productiva a un jefe o líder brillántemente estúpido y recorrer el camino de regreso a casa; no está mal, yo lo hago y lo hacen muchas personas amadas, pero ellos no.

No son hermitaños, no son seres sin afanes o tristezas, no son seres utópicos o aburridamente perfectos, son simple y fundamentalmente humanos, humanos que construyen vida, humanos que han abandonado el miedo, porque ya no lo necesitan para vivir.

ÑATICO - Oswaldo Garzón

En tiempos en que hay una relativización de los valores absolutos, aquellos con validez universal por representar la esencia del ser humano y con ocasión del natalicio de Don Eduardo Antonio Ortiz Cabrera hace 80 años, nada más necesario que evocarlo en el vacío que para todos en familia significó saber que apuró su paso cansino y nos dejó la víspera hace 8 años, cuando todos teníamos en mente tantas cosas pendientes de compartir con él, cuando la pureza de su bondad al menor contacto que pudiera tenerse lograba transmitir de inmediato la paz auténtica que caracterizaba su generoso corazón. Eduardo Antonio era dadivoso en esa virtud tan extrañada hoy en día como propia de la condición humana, actuaba siempre en beneficio de quien estaba a su lado y nunca se le escuchó desear el mal a nadie, pero más aún, nunca se le oyó hablar mal de nadie. Ejerció la bondad con una perfección difícil de igualar por tratarse de una virtud que suele identificar a hombres grandes debido al grado de equilibrio existencial que implica. Su opinión mesurada, su prudencia, su paciencia, su humildad, su cariño fueron dados siempre a manos llenas, bajo el entendido que usualmente es más sabio quien menos pretensioso se muestra frente a los juicios ajenos y en ello Eduardo Antonio nos ha dejado un legado de ejemplo a todos cuantos lo conocimos. El Ñatico era tan auténtico en la expresión del bien al otro que hasta cuando nos recreaba con anécdotas y vivencias fictas o reales, era meticuloso en el ejercicio de la bondad. Podría decirse de él sin tener ningún gesto de desbordante generosidad con su espíritu, que este Lalito mayor ni siquiera en sus sueños llegó a pensar en negativo frente a los demás. Evoco hoy con nostalgia a Eduardo Antonio, como se evoca a un diminuto puñado de hombres grandes con los que se ha compartido en vida y los que nos han enseñado con su ejemplo que en el arte de vivir ocupa un lugar destacadisimo el respeto y cariño por quienes nos rodean de sincero amor.

Qué Pedimos? - Sergio Elias Ortiz

El procesamiento de un ser humano para convertirse en ser humano, requiere de la sagrada devoción de los padres, que con apoyo de las multitudes cumplen con el sagrado deber de proyectar los genes más allá de su cuerpo para poder trascender “yendo más allá de los hechos hasta conseguir cierto tipo de equilibrio” (Les Luthiers, “La gallina dijo eureka”)

Pasado esto y a pesar del amor que se le tiene a la proyección y al equilibrio del ser, se le manda a estudiar; debo aclarar que yo tenía una idea distinta: buscaba que mi hija (quería una hija) fuera educada por mí y por los sabedores que me acompañan en esta vida, para evitarle el procesamiento que es el tema de este artículo, pero no encontré una mujer que fuera mi reflejo (soy vanidoso y complejo) y decidiera regalarme una bebe (con el proceso regular, por supuesto) para educarla en casa; así que decidí, hace unos años evitar que los calores o el alcohol, me regalaran un bebe con una chica que quizá no fuera mi reflejo y más bien se acercara a mi némesis.

Ahora bien, el procesamiento inicia con esa lágrima vespertina al abandonar a la que, o al que, trasnochó, sonrió, lloró, aprendió a decir Ma, Pa, la admiración de la familia, la crítica de los ex, la ternura en pasta, el saquito que se quedó pronto, pues los bebes crecen más rápido de lo que cualquier mamá y papá, en sus veinte sentidos (en especial mamá), desearían y lo que desean cambia a cada momento… yo desearía que estuviera alejado de los políticos, del reguetón y de los youtubers, que baile salsa vieja, que lea, que imagine, que no copie, que sus mentiras sean como las de mi papá… y el que hasta ayer era bebe, se convierte en estudiante, pero el preescolar, el jardín de infantes y la transición es una guardería: las profesoras no recuerdan los nombres de los progenitores, así que les dicen, “mamita y papito”, cuando van a dar quejas relacionadas con el arañazo, con que no comió, que no durmió, que no responde, que hay que hacer en la casita ejercicios y las mamitas y papitos llegan a casa compungidos y pensativos: ¿qué le pasa? Ella o él, es tan bueno en casa, hace caso, come, duerme… a ver: las profesoras de grados básicos son cuidadoras, no maestras (con todo respeto, pues existen las que vieron “la sociedad de los poetas muertos” y quieren cambiar la vida de los infantes) y como cuidadoras deben sólo esperar que se cumpla el tiempo de guardia (es una guardería) para entregar a los infantes con las debidas indicaciones, pues ellas conocen y estudian esas indicaciones.

La primaria es una mezcla de guardería y adoctrinamiento, pues los infantes ya no sólo pasan el tiempo, en ésta época los tratan como a futuro somos, es decir, premio por respuesta, castigo por rebeldía. La norma empieza a aparecer en el horizonte y cada uno de los, aun mamitas y papitos, se convierten en los incautos secuaces del magisterio que ha impuesto la doctrina; en primaria se acaba la democracia, la enseñan, pero la dictadura se impone, se impone el castigo y el premio, se impone el modelo de vida laboral de trabajo por billete y el miedo a perder el trabajo por perder el salario, se equipara al miedo de perder la materia por el castigo.

Aun con algo de sensibilidad poética llega nuestro confundido ser a la secundaria y ahora sí, es sólo adoctrinamiento, la vida en primaria se desvanece, dos o tres profesoras comprensivas y quizá sabedoras de la vida, les han dejado una pequeña luz de libertad, en secundaría esa luz hay que apagarla, es peligrosa, es dudosa, no funciona, en la secundaria se convertirán en adolescentes y ¡a los adolescentes hay que temerles! Aparecen profesores, ya no sólo profesoras, porque en una sociedad los adolescentes no tienen nada que ofrecer, son clones de las tendencias, sólo son amados por sus progenitores, hay que cuidarlos de las malas influencias, hay que convertirlos, exorcizarlos, liberarlos de la energía traicionera de la naturaleza, hay que adaptarlos a la cuadrícula y cuando por la calle ven pasar a los padres con la joven o el joven, compadecen en silencio a esos padres víctimas de los adolescentes, que adolecen de nuestra capacidad de entenderlos.

La nueva moda importada del norte: “la media”, que se supone media entre la secundaria y la educación superior, pero no media para nada con la Universidad, “que es la universalidad del conocimiento hasta que llegan los profesores…” (Jaime Garzón, conferencia en Cali), porque en la media, a los jóvenes, los enteran que ya no son adolescentes y que acaban de entrar a un limbo donde no existen, donde las decisiones apremian, donde el peligro es estar en etapa reproductiva, donde los padres empiezan a esperar resultados, porque después de tanto llamarlos mamitas y papitos, ya están al borde de la renuncia sistemática a la herencia genética y a veces ni siquiera están juntos, pero ahora la moda es lo tecnológico y lo técnico, para no perder tiempo y salir al mercado laboral como mano de obra barata (¡compañero!) y quizá algún día lograr ser millonario como los cantantes de reguetón o los youtubers, que además son malos y rebeldes (¡qué bien!) o los creadores de páginas web, que son jóvenes y multimillonarios.

El proceso continúa, el trabajo estable, conseguir o construir una familia, el techo propio, el vehículo, pasear, volverse un poco conservador, un poco sordo a la vida, un poco crítico, un poco panzón y un poco preocupado porque la profesora le dijo: “papito, hay que hacer algo en la casita…”  

¿Qué pedimos? Yo pedía una mezcla entre saber y billete, decir lo que quiero, pensar lo que quiero y no depender del miedo a perder el empleo que tanto cuesta conseguir y me pagan mal, pero igual pagan, pero no soy enteramente yo, pero ¿para qué?

Lo que quería cambió, hay días en que sólo quiero que llegue el silencio de cuando el televisor deja de cacarear desesperado por atención y yo pueda estar alejado de los políticos, del reguetón y de los youtubers, bailar salsa vieja, leer, imaginar, no copiar, y que mis mentiras sean como las de mi papá…

De mi padre, Eduardo Ortiz Cabrera, va la siguiente carta que 40 años más tarde continúa caminando por la mente de muchos que llegan, con la ilusión de sanar el dolor, a las puertas de una institución (de múltiple factura y hasta marca) de salud.

 

Señores EMISORA

Pasto

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Estimados señores y amigos: Dicen que la cancha le sale al perro, pero yo pregunto, en qué hospital o clínica? Hoy que una enfermedad me agobia, me tocó recurrir a hospitales, clínicas y centros de salud y demás vituallas que por allí existen, que dicen tener la caridad en la mano, solemne mentira, porque fui víctima del rechazo del Hospital San Pedro, Clínica Fátima, Hospital Departamental, por el único hecho de ser empleado del Municipio de Pasto.

 

Al saber los señores doctores que era hijo de Sergio Elías Ortiz, Dios me libre! Hacer una nueva elegía de este eximio varón de nuestro querido pueblo Pastuso y que los dineros saldrían ya, de mi bolsillo o de él, con una ayuda posterior del Municipio de Pasto, se movió todo el mundo, médicos, órdenes, gritos, enfermeras que corrían por los pasillos de la Clínica y lo más sorprendente, la famosa pieza apareció, la misma que la noche anterior no había. Esto lo hacían no por el ser humano, sino porque brillaba el vil metal, que por cierto se me terminó en los pocos días que estuve.

 

La caridad cristiana, dónde está? El ser humano qué se hizo? Ese juramento de Hipócrates, tan prestigioso, qué le pasó? O es que todo lo que brilla no es oro? Conozco médicos de caridad que saben del dolor de la humanidad y es aquí donde voy a citar unos, para que no se me diga que lo hago preferentemente: El señor doctor Luís Jorge Córdoba, Guillermo Duarte, Carlos Delgado y Ortiz Segura, que viven por sanar el dolor de la gentes.

 

Es que la descomposición médica llegó al fondo y carece de todo escrúpulo y sentimiento para los demás?

 

Mi último punto trata por lo doloroso, de mis compañeros de trabajo, de ver al humilde obrero, al jubilado, al simple empleado, rogando y suplicando una cama para no morir, ese humilde compañero o por qué no decirlo a boca llena, uno de los jefes de la Alcaldía Municipal, que en el último de los casos no se lo pueda atender porque lleva el sello municipal.

 

Un punto también espeluznante que se tornaría miedoso, es la colaboración de las droguerías de turno, que contando con Dios, abren una ventanilla para decir la fatídica frase, “no hay”.

 

Para terminar quiero pedir a la ciudadanía, que pague los impuestos de catastro y a los comerciantes que los suyos los cumplan, para que los empleados no mueran a las puertas del hospital.

 

Pido y suplico por el tendero que no me quiso atender, dependiente por coincidencia llamada San Pedro y testigo de este atropello, un agente del orden.

 

Señores, no quiero comprometerlos, pero si esta es merecedora de su lectura, háganlo y así están haciendo una obra de caridad cristiana con los empleados de Pasto.

 

Eduardo Ortiz Cabrera

IDEARIUM # Especial

"Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia"

 

El retrato representa lo que la persona es y no cómo debería ser... El trabajo que ambos tuvimos que realizar para lograr esta foto no fue fácil, fueron largas horas de trabajo, de ensayo y error, pero finalmente, no era la falta de luz, ni la mala exposición, ni la forma o el lugar donde estaba puesta la cámara era lo que faltaba, lo que hacía falta era la fluidez y la naturalidad de la modelo, un pequeño movimiento de ojos que quedó plasmado, grabado, congelado en el tiempo. Luego de unos segundos la mueca desapareció por miedo a no estar lo bastante "seria dentro del trabajo". Con una risa acogedora se levanta de la silla, se despide de la gente y sale del estudio. - Fotografía y Texto Nicolás Garzón 

NOVIEMBRE - Marleny Ortiz

No hace mucho tiempo el mes de noviembre era un mes más dentro del año para mí; no tenía un significado especial, sin embargo a medida que voy creciendo y que me acerco cada vez más a la adultez, este mes es más importante, porque hace que piense en mi mami y en lo que ella es en mi vida, lo que su presencia representa, en los momentos que disfruto de su compañía y lo que recibo de ella día a día.

 

Últimamente, los sentimientos de amor de hija se han venido exacerbando y miro hacia atrás, algo que no hago muy seguido, y veo a una mujer alegre, esencialmente vital, inteligente, linda por dentro y por fuera, luchadora. Pero sobre todo veo a una madre dedicada a sus hijos, los cinco ROSITA, EDUARDO, SERGIO, JUAN PABLO y YO somos importantes para ella, somos cada uno especiales para ella, somos inteligentes para ella, somos las mejores personas, somos sus hijos.

 

“ELLA” ha estado presente en cada una de nuestras vidas, en cada una de nuestras necesidades, en cada una de nuestras caídas y a cada uno nos ha ayudado a levantar; los cinco hemos sentido su presencia, su labor de madre silenciosa porque muchas veces no llama ni para el cumpleaños, pero está ahí, cuando realmente debe estar ahí.

 

Mi mami colma nuestros momentos con sus risas, con sus despistes, con su generosidad, con su presencia, con sus obras manuales, quien no tiene una carpeta hecha por las manos de mi mami, nos llena con su amor.

 

Esa es mi mami, mucho podría decirse de ella muchas cosas lindas otras no tanto, pero para mí es excepcional, es mi mami.

ENCUENTROS - Sergio Elias Ortiz

El fenómeno ocurría a menudo, las personas poco a poco transformaban su actitud; se requería un instante y cualquier emoción adversa se diluía, el miedo de la calle se transformaba en anécdota, el cansancio del día se convertía en el agradable sopor del inicio del sueño, la rabia contenida se disolvía y desaparecía negando su posible existencia y los ojos cansados se llenaban de vivacidad.

 

Cabe aclarar que nunca nos hemos marchado, siempre estamos cobijados bajo una bendición que no tiene nada de religioso, pero sí mucho de espiritual y por eso siempre llegamos, el tiempo no importa, la emoción es la que guía los pasos, una emoción no notoria, no definible, una emoción que se hace tan natural, tan nuestra que no valdría la pena contarla.

 

Pero regreso al fenómeno, todo inicia cuando se llega frente a la puerta, al principio pareciera un simple evento cotidiano, pero se cruza la frase de Dante. “Vosotros los que entráis, borrad toda esperanza”, así que hay una pausa, una conjetura por lo que está por ocurrir, un diálogo imaginario que nunca se llevará a cabo y entonces, se abre la puerta.

 

El espacio vacío, el ruido de un parlamento indefinible y el anochecer que avanza poco a poco por el lugar. Silencio aun cuando descargas tus cosas en la entrada y las ubicas en un sitio donde no desdibujen el entorno que con gran cuidado y limpieza ha sido ordenado. Camino hacia un corredor ya oscuro. Al final se encuentra una habitación llena de luz y entonces siento el olor característico de toda mi vida, un aroma cargado de calor, de emoción, de sentimientos y descubro el espacio personal que es de todos, el sitio donde reposan los recuerdos, donde está el pasado, donde está la vida.

 

Un abrazo por sorpresa aleja las tristezas posibles, la ira, el miedo no significan gran cosa, sólo una posición vana de situaciones azarosas que nada tiene que ver con la vida; todo repentinamente se junta en un paisaje de pasados llenos de algo más allá de la alegría, de recuerdos que se han depurado y han decorado la casa de cada uno de nosotros, nosotros porque somos varios los invitados a este abrazo.

 

Salimos al corredor, la voz que te abrazó te acompaña y parece iluminar el camino hasta la cocina donde te ofrece un café único, un café lleno de años, un café que combina con las palabras que suenan como canciones familiares y esas palabras cada tanto se llenan de risa, cada tanto una lágrima, cada tanto un intento de seriedad que no combina con las plantas.

 

El techo desaparece y se llena de estrellas el cielo, las paredes no existen salvo para colgar los cuadros que se hicieron con las manos que te acunaron de niño, una mezcla entre orgullo y humildad te hace valiente para contar tus penas, tus logros y tus alegrías sin sonrojarte y mientras avanza el café, cada palabra te llena de vida, te alimenta, te acoge y llegando la hora de salir al mundo sientes que tu corazón arrancó de nuevo, que tus arrugas lucen con tu sonrisa, que tus canas brillan en la noche, que eres más sabio y más humilde, que naciste una vez más y la esperanza desaparece, pues ya no esperas más, ya estás en casa.

 

El frío te abraza y miras hacia atrás y ella, la más sabia, la que camina junto a ti y se juega la vida para verte sonreír, está en el balcón improvisando una frase y dándote una bendición que te acompaña hasta que llegas de nuevo a casa.

FAMILIA - Marleny Ortiz

Hace varios días vengo pensando en lo que significa la palabra familia para mí y entonces me detengo y observo a las personas que me rodean y me doy cuenta que somos un grupo pequeño que nos queremos y nos apoyamos sin miramientos, aunque también podemos criticarnos y corregirnos sin que ese laso de cariño se rompa, se quiebre, se altere, pueden existir alejamientos, pueden haber silencios pero no ruptura.

 

Miro hacia atrás y veo siempre a mi papi como aquel hombre que sin muchos regaños ni muchos castigos nos enseñó, junto a mi mami que si era más severa pero a la vez más tierna, como ser buenas personas, esencialmente hombres y mujeres de bien, sin más.

 

Es fácil recordar nuestra infancia, es hermoso sentirse en casa, esa sensación de confort, de alegría, de positivismo, de generosidad. Me acuerdo mucho como desde muy temprano golpeaban a la puerta, y era algún pensionado que necesitaba a mi papi, que necesitaba ser escuchado y que lugar mejor que nuestra casa, sitio que era de puertas abiertas, en el que quienes lideraron a la familia nos enseñaron que todos somos iguales, nadie es más que otro, que debemos ser solidarios, sobrios, colaboradores, abiertos, amigables, amables, cariñosos, con el otro. Siendo el otro, cualquier persona, sin distingos, sin condiciones, sin reproches, sin reparos.

 

Esto es apenas una pequeña parte de lo importante e influyente que es mi familia, los lasos entre nosotros no se rompen, se mantienen y nos hacen más fuertes y a la vez en su regazo más pequeños y sensibles.

Mi Padre - Sergio Elias Ortiz

A veces, las palabras llegan armadas y amadas y queriéndolas desarmar nos encontramos que construimos lo mismo que otros ya construyeron. Por eso y con el permiso del “Sup” tomo sus palabras, juego con ellas y las presto como si fueran mías, para que las lean los que entienden palabras que ahora son mías porque se las quité al “Sup” para jugar con ellas. Pero no me las llevo y ya, con todo mi corazón a la izquierda y con toda la tierra bajo mis pies se las agradezco y las replico cambiadas de significado para él y llenas de significado para mí y para el Idearium:

 

Hace algunos años todavía vivía un viejo maestro en estas montañas, su nombre es Eduardo y, a fuerza de pasar con él y aprender de él y con él, terminé por llamarlo "Padre". Pastuso de los más antiguos de estos suelos, mi padre se hizo el muerto en abril, con el pretexto de una arterioesclerosis que le fue robando las piernas a mordidas, una noche se quedó quieto y logró engañar a muchos haciéndoles creer que estaba muerto. Aun y cuando su cuerpo en cenizas, fue llevado al agua de la laguna de la Cocha, la más hermosa y libre laguna de estas montañas, mi padre se da la maña y el ingenio para darse sus escapadas y encontrarme, así sea para pedirme fuego para encender sus eternos cigarrillos, o sea para alumbrar algunas de las historias que le andan en el corazón y en la piel a este hombre que fue alumno y maestro a su tiempo.

JAIME GARZÓN FORERO (24-10-1960 AL 13-08-1999) - Marleny Ortiz

Entre las muchas frases dichas por Jaime Garzon Forero, la cual muestra el error en el que permanece nuestra sociedad:

 

"Nosotros no sabemos si somos españoles, si somos mestizos y sin embargo seguimos rindiendo un tributo y un respeto a esa clase alta dueña del poder. fíjese cómo estamos de extraviados de nuestra realidad, cómo es de absurda nuestra lógica"

Garzón… - Sergio Elias Ortiz

Es un lugar común recordar a Jaime Garzón para agosto, porque lo mataron, porque lo mataron y le creyeron las versiones de su muerte a otro muerto (Castaño), porque a pesar de los homenajes y de la cantidad de frases de Garzón que aun caminan por Colombia, seguimos comportándonos como a Garzón le molestaba y seguimos eligiendo a los que Garzón criticaba, es más seguimos eligiendo a los que mataron a Jaime Garzón.

 

Otro lugar común es la actualidad que no cambia hace años, por eso lo que leerán parece de ayer pero fue en noviembre 16 de 1998 que apareció, en la extinta revista “Cambio” un artículo de Jaime Garzón a manera de aviso clasificado, que me permito transcribir para mantener la memoria de alguien que duele y que a pesar de los lados oscuros que algunos iluminan para justificar la muerte, sigue perversa y gloriosamente impoluto:

 

“Cambio mi vida”

“El siguiente es un aviso clasificado, por palabras, que el columnista ordenó colocar en estos tiempos de despejes y recesión económica y anímica, que se explica por sí solo. Informes aquí”.

 

“MOTIVO MUDANZA

VEN-PERMUTO

 

Un corazón roto en ciempiés, mis sueños de tal vez y mi tristeza de siempre, la última posibilidad de paz y la esperanza del despeje, un réquiem por los valores, la ilusión de un domingo por la tarde, un rompecabezas de cien piezas, un motel en lista de espera, las fotos de tu última sonrisa, un wonderbrá, el despecho, la vez pasada, tres ONG, una colonia, un contrato vendido, una pasante, un licitador público juramentado, una comisión, una boina, una mordida, la última muda, una baja propuesta, la vida prefijada, la oración fuerte al Espíritu Santo, mi colchón de lágrimas, manchas y sudores compartidos, una madrugada esperándote, el techo crítico, la autonomía, la libertad de un secuestro, un pensamiento erótico con Ingrid, un regaño, el paisaje profundo de unos ojos azules y a veces verdes, tu sabor a ciegas, una gallina, dos javerianas, el vaso sin leche, sin valeriana, sin Mariana, sin Juana, y sin marihuana, un cargo importante, los viáticos, los carros, las secretarias, una cámara comunal, el salón, una tiza, mis conocimientos y tus desconocidos, tres lágrimas y un pase, tu cumpleaños, el cincuentenario de Caracol, lo que está pasando cuando está pasando, el periódico, la inquietud del reencuentro o cualquier bolero, un golero, el sombrero de Pizarro, una media de Navarro, la cachucha de Jacobo, la paz de Manuel, la Uribe, la Pérez y la Jaramillo, las canciones dedicadas, Shakira y los ladrones del Congreso, la nacionalidad, el buen nombre y los colores de la bandera, el mejor policía del mundo, el pico y la paca, un diezmil, mis cidis y mis sedes, un woofer, la licuadora y tus jugos, el pasaporte, un solitario, un turno, una ranchera, la memoria, tres carcajadas, una posición política, una posición erótica, una posición, una pose, un piso, la frente, tus cartas y los bloques, el socialismo, la pared, el muro y tus lamentos, tu fina estampa, el último grito y el beso que me quedaste debiendo, el piano, el saxo y dos orgasmos, San Andrés, Tokio y Johannesburgo, el control remoto, Nueva York y mi foto con Woody Allen, Danna García y dos visitas, un consuelo, los celos por ese, la ruina y la ruana, la dulzaina, las tías y el chocolate con arepa paisa, la culpa de todo, la Biblia y el Corán, el rosario, la camándula y la abuelita con sus pellizcos. El cura párroco, la capilla y el amén. Brille para él la luz perpetua, la bufanda, los temas, los diálogos, la forma, el estilo, el que gana, los que pierden, las buenas maneras, las instituciones de beneficencia, el testamento y el final, el todo y el para qué.

 

Motivo mudanza en busca de otra andanza, vendo el pasado y el futuro pues al fin y al cabo el futuro es tan efímero como el presente.

¡SOLO LOS MEJORES! - Eduardo Ortiz

Existen en el camino vital, hombres y mujeres dignos de ser emulados por sus acciones o comportamientos; personas que motivan, educan e inspiran; luchadores incansables, seres que encuentran en la exaltación del espíritu la práctica de las verdaderas virtudes humanas.

 

Las vidas de Abraham, Jesús de Galilea, Muhammad sirven como arquetipo para un número mayor a la mitad de la población mundial, a través de las religiones monoteístas y sus biografías son documentadas con pasión y poco rigor científico o al menos practico.

 

Los vaivenes históricos han determinado que se conozcan vida, obra y milagros de quienes se destacaron en cualquier campo de las actividades humanas, con la gracia de ostentar el poder o estar bajo la tutela de quienes lo hicieron en su época, o incluso contar con sus propios historiadores para tener la facultad que registraran, lo que en su mayoría eran ridiculeces.

 

Las guerras con armas o sin armas para lograr objetivos loables o mezquinos marcaron una máxima irrefutable “La historia la escriben los vencedores” y bajo esta aplicación metódica, real y poco menos que triste, se perdieron para la historia las biografías de personas excepcionales.

Este aparte del IDEARIUM rescatara para la memoria aquellos personajes que han marcado una época, dignos de ser registrados en la historia; así mismo se ampliaran datos y análisis inexistentes.

 

En la sección biográfica de la revista, somos conscientes que la imperfección es parte de la condición humana y esta es común para todos los seres, por ello no se santificara o purificara a nadie, manteniendo una línea de investigación donde prevalezca el rigor histórico y tomando distancia de las vanidades, devaneos y superficialidades de la época moderna, restándole valor a vidas diseñadas por medios de comunicación, redes sociales, politiqueros, criminales, terroristas, viciosos y demás que no pueden servir de modelo a buenos seres humanos.

 

La lista es interminable afortunadamente, donde la brillantez de sus ejecutorias no ha sido opacada por el olvido; Agustín Agualongo, Estanislao Merchancano, Sergio Elías Ortiz, José Rafael Sañudo, Juan Bautista Solarte Obando, entre otros están en el firmamento guiando nuestros pasos.

Vista del antiguo “Alto de las piedras” al oriente de la actual ciudad de Pasto.

El DOLOR DE PENSAR - Sergio Elias Ortiz

“Llegar a la casa ahora es más difícil que hace buenos años, esos años de paz en donde salía de la iglesia Matriz[1], caminaba un rato por la plaza y luego me pasaba por la casa de Don Blas de la Villota, que quedaba a dos cuadras de la plaza, como yendo pa’l río. Ese señor harto había hecho por estas buenas gentes; el Don de la Villota le había dado vivienda al pintor Agustín, que se educó bien, pero que ahora, por ser realista, se queda en mi choza con el Estanislao y mi sobrino Joaquín[2]… todo por culpa del “Zambo”[3] que parece sordo y nos sacó del amado San Juan[4] pa’ echarnos a la montaña… qué se le va a hacer…”

 

  • ¡Ñora Joaquina! ¿Cómo le fue por Pasto?

  • Bien vecino, bien, pero el cura parece loco queriendo santificar al Bolívar, ese que nos mató a las mujeres y a los guaguas[5]… yo por eso me devolví pa´la casa, que por acá al cura ese le da miedo acercarse.

  • Yo ya no le creo ni a Dios, ni al Diablo, fíjese que el español Basilio García[6] le entregó la ciudad al Zambo y luego el señor Obispo Jiménez de Enciso[7] le empezó a lavar el alma de toda la sangre pastusa.

  • Así ha de ser, toca a solas rezarle a la Michita[8].

  • Esa sí que sigue con nosotros Ñora Joaquina. Que tenga buen día.

  • Que le vaya bonito, vecino.

 

“Ya han pasado 80 años desde que esta tierra me dio vida, y es la primera vez que me da miedo ir a misa, nunca me había tocado oír la palabra mientras me puyan con escopetas. ¿Será que estos se fueron del todo?

 

  • ¡Joaquín, Joaquín!

 

“Dónde se habrán metido estos jóvenes… en estos tiempos y con el gobierno de Flores[9] no se puede andar como si nada, aquí en el alto, las montañas lo cubren a uno, pero mínimo se fueron pa´la Laguna a buscar pueblo.

Con las mujeres que hablé yo, ya se tienen buenas manos pa´ enfrentarse al “santo” del Zambo. Si logramos hacer que los patriotas salgan de la ciudad va a ser fácil darles en la jeta[10]. Lo malo es que el Zambo se va a vengar otra vez con nosotros.

Cómo es de difícil vivir ahora, nos quitaron la tierra, nos quitaron la fe, nos quitaron la libertad y así quieren que no peleemos. ¿Por qué nadie nos escucha a los pastusos? ¿Por qué es a punta de sangre que nos quieren meter las ideas? ¿Qué hace que un pintor, se convierta en guerrero y una tierra se convierta en cementerio?”

 

  • Ñora Joaquina ya llegamos, el Agustín trae la leña y conseguimos choclitos[11]…

  • Qué bueno que llegaron, no saben lo que es chillar en silencio…     

 

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[1] La iglesia Matriz es la actual iglesia a de San Juan.

 

[2] Agustín Agualongo, Estanislao Merchancano y Joaquín Enríquez; comandantes pastusos que se enfrentaron a las tropas patriotas desde el año 1809, hasta bien entrado el año de 1824.

 

[3] Zambo era el nombre con el cual los pastusos llamaban a Simón Bolívar.

 

[4] San Juan de Pasto

 

[5] Voz quechua para llamar a los niños

 

[6] Comandante español que venció en Bombona a las tropas de Bolívar, pero capituló ante este al saber que Antonio José de Sucre avanzaba con tropas desde Quito. 

 

[7] Obispo de San Juan de Pasto entre 1816 y 1822, que pidió a los pastusos la guerra sin cuartel en contra de los patriotas, para luego llenar de elogios a estas tropas y sus comandantes.

 

[8] La Michita es como se le llama a la Virgen de las Mercedes, patrona de la ciudad de San Juan de Pasto.

 

[9] Juan José Flores, comandante patriota que gobernó con violencia a la provincia de Pasto con intervalos desde 1822 a 1826.

 

[10] Dar una lección al enemigo.

 

[11] Se le dice choclo a la mazorca tierna.

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